viernes, 7 de diciembre de 2012

DESARROLLO EMOCIONAL: García-Bacete, F., Sureda, I. & Monjas, Mª I. (2010). El rechazo entre iguales en la educación primaria: Una panorámica general. Anales de Psicología, 26 (1), 123-136

La relación entre iguales es aquella que una persona tiene con otra de su misma edado madurez.
 
Este tipo de relación dan forma a un importante contexto social donde se aprenden muchas habilidades y actitudes que son esenciales para la adaptación y el ajuste personal. También podemos ver que las relaciones entre iguales se dan en tres niveles diferentes: el individual, el diàdico (entre dos personas estrecha y especialmente vinculadas entre sí) y el grupal. Aunque existe una realación jerárquica entre estos tres niveles, muchas veces se estudian de forna separada ya que la información de cada uno es relativamente independiente.

Las relaciones interpersonales tienen una gran importancia en el desarrollo sociocognitivo y emocional del individuo.

 Las relaciones con otras personas son elemento importante de compañía, de
diversión, de información, son fuente de intimidad y afecto, de seguridad emocional en situaciones desconocidas o momentos de estrés y cambio... En referencia a las relaciones entre iguales, contribuyen al conocimiento y validación del yo. Con los iguales se comparten experiencias importantes que promueven el desarrollo de habilidades, valores, principios morales, etc. Estas relaciones también proporcionan apoyo emocional. De esta manera, podemos decir que, las relaciones con iguales sirven como un “periodo de prueba” donde se aprende para futuras relaciones interpersonales.

Estas relaciones en el contexto escolar, muestran diferentes características. Los niños tienen que enfrenterse en la escuela a diferentes e innumerables situaciones sociales que tienen que resolver satisfactoriamente, como saludar a un compañero, consolar a un niño que está triste, divertirse juntos... Estas relaciones interpersonales que establecen les ayuda a aprender a resolver situaciones en la práctica por experiencias. Pero, a veces estos retos no se superan adecuadamente y suponen un conflicto. Los conflictos entre iguales que se producen con este tipo de relaciones, son absolutamente necesarios, ya que constituyen experiencias que preparan a loa niños para hacer frente a la frustración o a situaciones futuras más intensas o en las que intervienen personas desconocidas.


Pero existen dos clases de relaciones entre iguales en la escuela: las positivas y las negativas.

Las relaciones interpersonales positivas son aquellas que, al contrario de las
negativas, hacen que los niños dispongan de más oportunidades para establecer
vínculos afectivos positivos. Este tipo de relaciones contribuye a que los niños se sientan más seguros y vinculados con sus iguales ya que sus experiencias son positivas y se sienten aceptados y queridos. Esto hace que estos niños se enfrenten a las diferentes situaciones escolares de una manera más abierta y su capacidad para acercarse a los entornos sociales de forma confiada y para emplear estrategias adaptativas, incremente.

Las relaciones interpersonales negativas son aquellas que limitan la disponibilidad de oportunidades para establecer vínculos afectivos positivos. Este tipo de relaciones repercuten negativamente ya que podrían dejar al niño fuera de las interacciones sociales que podrían apoyar el desarrollo de sus habilidades sociales, de esta manera, se puede incrementar el retraso y puede haber déficits en las habilidades de interacción con los demás. Por lo tanto, los niños rechazados, se sienten inseguros y desvinculados de sus iguales y les cuesta acercarse a los entornos sociales para emplear estrategias adaptativas. Esta vulnerabilidad del niño contribuye a un ciclo negativo, en el que las dificultades sociales de los niños incrementan con el tiempo, creando una situación crónica que tiene un impacto negativo en el desarrollo de su identidad, de la autoestima, competencia social, salud mental y adaptación escolar.

En el ámbito escolar, las relaciones interpersonales negativas hacen que los niños rechazados tengan una ctitud más agresiva, no quieran ningún tipo de interacción con sus iguales o incluso con los profesores, pueden dar lugar al fracaso o abandono escolar, disminución de la motivación...

Para los niños es importante no sentirse rechazados por sus compañeros porque esto crea una situación muy incómoda de frustración que da lugar a una imagen negativa de él mismo y de los demás, de las situaciones sociales. A este niño cada vez le cuesta más establecer relaciones interpersonales y hacer frente a las situaciones que se le presentant, además de tener problemas de autoestima, adaptación escolar, competencia social... Problemas que se van incrementando con el tiempo y persisten cuando son adultos.

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